El perro gris-azul

Recuerdo muy nubladamente mi infancia a un perro de pelaje gris-azul, maldito perro, no sé si me odiaba o me ataca por instinto, me mude hace mas de 20 años de la finca de mis abuelos y aun puedo llevar el mi mente las remembranzas de ese perro, no sé cómo se llamaba en tantas misiones suicidas a su casa, los dueños del feroz animal, eran vecinos de la finca de mis abuelos, además muy amigos de mi madre.



Algo particular que pasaba constantemente se hallaba en el interés de mis tíos en las chicas vecinas, he ahí el problema, ser el pequeño de la familia, eras el mensajero del los enamoradores romeos y las julietas en otras las chicas lindas (vecinas) que estaba protegidas por el perro gris-azul.

Mis tíos me enviaban a mí a llevar las cartas de amor a estas chicas, lo único que odiaba de la triste  actividad era el momento de correr, era un memento de película, el compas cardiaco empezada a acelerarse, el dióxido de carbono se retornaba más ardiente, el tic nervioso que tengo contantemente parece haber tenido su origen desde allí, no paran los dedos al caminar y al sentarme mi pierna no dejar de mecerse, y mi camino continuaba, aun el bárbaro animal no me había notado, mientras sigilosamente intentaba llegar a parte más a salvo del la casa, entonces se había percatado de mi presencia y alzaba el vuelo hacia a mí, mientras yo huía hacia la línea de salvación, en ese momento no importaban las cartas, los juguetes, las guayabas, las mandarinas, lo único que buscaba entre el exceso de velocidad y la adrenalina era a las julietas, ellas al verme en mi fuga, con un gesto harían que el perro gris-azul, dejara de perseguirme. 


al volver al pasado en mi mente y pensar en el perro gris-azul, me preguntaba si aun seguiría vivo, o si murió de que murió y si era un perro único en su raza, porque hasta el momento nunca he vuelto a ver un animal de ese color.

Comentarios